Entrevista: Leandro Orella de Fiesta

lean orella fiesta

Luego de haber presentado su disco homónimo durante todo 2015, la banda argentina Fiesta se apronta para grabar su segundo álbum. Durante mi último viaje a Buenos Aires tuve el placer de entrevistar a Leandro Orella, cantante y guitarrista del grupo. Éstas son sus reflexiones sobre cómo el pasado, presente y futuro de la banda se sintetizan en lo que sus cinco integrantes ya consideran el proyecto musical de sus vidas.

–Además de ser muy bueno, el disco debut que editaron hace un año me parece muy argentino. Como uruguayo, cada vez que visito Buenos Aires lo que me llama la atención son las luces, me remito instantáneamente al tema de U2 “City Of Blinding Lights”. Pero en el disco de ustedes, además de ver muchas luces veo mucho cielo. Y hay un tema de su disco que dice justo “basta de luz, basta de luz, alcanza con la música en tus venas”…

–Es muy lindo eso que señalás. Ese tema (“Fiesta En Cualquier Lugar”) es el más optimista que creo haber escrito. Fue como una especie de declaración para gente que yo quería mucho, que estaba no perdida (porque nadie está perdida en la vida) sino más bien deprimida porque no se encontraba acá en Buenos Aires. Y básicamente, era (o es) como una declaración diciendo que podés ser feliz en cualquier lugar…

–¿Cómo una proclama o declaración de principios de la banda?

–Sí, sí. El disco tiene como un mix entre canciones de amor y canciones de protesta, pero de protesta social más que nada, apoyando a la cultura y a la introspección, y al encontrarse a uno mismo. Creo que todos en la banda estamos en ese proceso de buscarnos a nosotros mismos…

–Y ojalá eso nunca se termine.

–Ojalá que no. Yo siempre digo que el día que me conforme con algo, estoy muerto. Y con la música, es lo mismo. El disco hace un tiempo lo editamos, y a nivel de letras nos sigue enamorando. Peor a nivel de sonido, ya hemos cambiado. Ahora usamos más sintetizadores, antes éramos más guitarreros. No es que uno se canse, sino que va buceando por otros lugares. Y está lindo eso, saber que en el mismo lugar podés tener un millón de aventuras nuevas.

–¿Por eso “fiesta en cualquier lugar”?

–Sí. Me puedo ir a un barrio que no conozca, o tomarme un tren que recorra toda la ciudad. Y son lugares nuevos.

Yo mismo terminé conociendo mejor mi ciudad cuando dos amigas ecuatorianas vinieron a estudiar a Buenos Aires. Porque entonces dejé de salir a los mismos lugares de siempre, y ellas me hacían conocer un montón de lugares dentro de mi propia ciudad, y era una experiencia casi como estar viajando.

–Vale recordar que el que escuchó muchos discos, escuchó mucho y viajó mucho. Y lo mismo aplica a la literatura, que me consta es otra gran influencia de la banda.

–Obvio, uno puede viajar en su casa. Uno solo se hace su propia vida, “fiesta en cualquier lado” básicamente iba por ese lado. No es válido deprimirse. O sea, sí es válido, pero uno puede elegir. Y deprimirse para mí no es una opción.

Y sí, nosotros le pusimos “Fiesta” a la banda por un libro de Hemingway, (“The Sun Also Rises”, la primera novela que publicó) que en español se llamó “Fiesta”.

El nombre de la banda tiene como una ambigüedad, porque hay gente que lo ve y piensa en algo superficial. Ahora, nos gusta esa ambigüedad. Capaz hay gente que no lo entiende, pero la que sí lo entiende después me lo señala, y me dice que la banda les encantó.

La idea es que el mensaje entre por un camino más liviano, y te des cuenta del impacto cuando te llegó. Porque el que recibe una obra, decodifica el arte como puede. Hay canciones nuestras que pueden parecer sobre amor, pero de repente tratan sobre un amigo bipolar. Pasa un montón, y pasa un montón con las canciones que viene de afuera.

Pero ojo, porque la gente no entiende pero a su vez entiende. Porque el arte no es de quien lo hace, es de quien lo recibe.

–¿Y vos concretamente identificás tu voz en la voz del disco?

–La verdad que sí, esa es mi voz. A partir del disco encontré un lugar donde me siento muy cómodo. Me costó un principio acostumbrarme a cómo sonaba mi voz grabada, pero hoy en día estoy chocho. Escucho el disco, y si bien hoy refiné incluso más cosas en lo estilístico, y emparento mi voz con cosas que me gustan, la noto como propia.

Ahora mismo de repente quiero tocar un poco menos la guitarra, porque hay otro guitarrista que es Ale, y amo como toca. A mí me gusta mucho lo que hago con la guitarra, pero lo quiero hacer en ciertos momentos únicamente.

–A la hora de componer, ¿cómo saben cuándo un tema está pronto?

–Cuando nos gusta. Porque en la banda, somos muy críticos. Hoy componemos casi todos. Para el disco, los que compusimos fuimos más que nada el bajista (Juan) y yo.

Hoy estamos todos haciendo canciones, y algo que pasa mucho es que nos las cedemos entre nosotros. Uno tiene un fragmento, y se lo da el otro para que lo use… todo el tiempo estamos con las guitarras, y somos amigos, y nos conocemos ya desde hace tiempo. Y estamos todo el tiempo juntos, y de repente cuando estamos tomando una birra uno dice “miren lo que escribí”. Y a los días otro viene y nos muestra lo que hizo con eso. Y le damos para adelante. Además yo vivo con Pato (el tecladista), y todo el tiempo le grito “¡hace esta melodía!” cuando lo escucho tocar! [risas] Así que surgen colaboraciones muy lindas, y muy extrañas. Creo que lo que más disfrutamos es eso: hacer canciones.

–Por ende, asumo que ya tienen un disco nuevo maquetado, o en una etapa casi finalizada de composición.

–Estamos en eso. De hecho, ahora nos estamos retirando un poco de los escenarios. Estuvimos tocando un montón, y la verdad que lleva tiempo – para los shows que nos gusta dar, tenemos que ensayar un montón. Y nos dimos cuenta que eso hacía que no pudiéramos dedicarle tiempo a las canciones nuevas. En nuestro show hoy en día tenemos tres canciones nuevas, pero tenemos al menos veinte o veinticinco temas nuevos que ya están. Quizá no para grabar, pero están para pre-producir. Y queremos llegar al estudio como con unas veinte canciones, y grabar al menos seis o siete. Porque hoy en día, la cultura del disco ha cambiado mucho. Prefiero sacar un disco por año, con unas siete canciones (o inclusive seis) que hacer un disco con once temas, y que pasan tres años entre disco y disco. Porque debido a la inversión de tiempo y de dinero que implica hacer un disco, uno tiene que esperar un tiempo. Pero de ser posible, me gustaría sacar uno por año. Porque así aparte se mantiene fresco, y no se cansa de su obra.

Así que este año mientras estemos grabando el disco nuevo vamos a sacar algunos cortes más, así tenemos material para mostrar, y para mantenernos activos.

–Hace más de un año editaron “Fiesta”. ¿Qué tanto disfrutan tocando el disco entero en la actualidad? ¿Son muchas las canciones que ya no los motivan del mismo modo cuando hay que presentarlas en vivo?

–No nos pasa con los temas que más nos gustan del disco, porque uno lógicamente hay canciones por los que siente más afinidad. Esos justamente son los temas de los que se hacen los videoclips, porque uno los siente más fuerte.

Pero hay temas que son de otra etapa, y que uno sabe que no los podría seguir tocando toda la vida. Y el día que nosotros no disfrutemos o bailemos un tema, ¿cómo podemos pretender que la gente abajo lo haga? Por suerte nos sigue pasando que nosotros seguimos bailando los temas, y la gente abajo los baila.

–¿Y cómo podés definir o sintetizar estos temas nuevos que van a editar a continuación?

–Justamente, esa es la palabra: sintetizar. Estos temas son los que en el aspecto sonoro tienen más sintetizadores. Son dos temas que suenan muy “Miami Horror”, muy australianos. Los vimos siempre como cortes que podían estar en este nuevo disco.

–¿Qué me podés decir de las letras? ¿Qué temáticas transitan?

–Capaz no estamos tan críticos, nos acercamos más al lado del amor. Cuando hicimos el primer disco yo tenía una novia y el resto de los chicos estaban solteros, y ahora es al revés. Y por eso, ahora salen temas más de amor, o de desamor. Pero la crítica social siempre está, aunque sea envuelta en una canción de amor. Además a nosotros no nos gusta hacer canciones de amor que sean livianas.

Es también lo que me pasa en la vida, yo no me enamoro de la gente solo por cómo es, solo por su aspecto. Me enamoro por cómo es la persona, por lo complicada y entreverada que sea. Yo me enamoro de las mentes, no de una linda cara. Y eso se refleja en las canciones, nos gusta reflejar esa diferencia. Hay gente que no le gusta eso, que de repente busca otras cosas y esto no le importa. ¡Pero nosotros somos complicados! [risas]

–Este año en concreto, entonces, va estar dedicado a la realización del nuevo álbum de la banda.

–Sí. Nos queremos apurar, pero a su vez no nos queremos apurar. Queremos disfrutarlo, tener veinte canciones listas para el estudio lleva su tiempo. Hoy los ensayos que tenemos son un 70% de composición. Queremos que este año vaya por este lado, hacer fechas específicas que nos gusten mucho. Girar por el país, tocar afuera si se puede… y dedicarnos a full al disco, porque creemos que ya es hora.

–¿Se podría decir, a modo de conclusión, que hay fiesta para rato?

–Sí, por supuesto. Hay fiesta en cualquier lugar, y para toda la vida. La banda es algo que nos trasciende, y somos gente que consume mucho arte. Nos gusta la escena local, nos gusta la música latinoamericana. Amamos a una banda chilena llamada Astro. Te diría que son referentes para nosotros. Creo que esa es una de mis mayores influencias hoy en día. Y hacemos muchos videoclips, algunos nosotros mismos porque queremos, otros salimos a buscar directores, pero vamos siempre con nuestra idea. Nos cuesta mucho delegar directores. Básicamente, siempre llevamos las ideas nosotros.

Nos gusta mucho el cine, nos gusta mucho la literatura (por eso el nombre de la banda)… sé que por eso nunca me voy a cansar, porque mi vida es el arte. De ahí es donde viene todo esto. Vivimos en una generación donde hay gente que tiene mucho para decir. Y nosotros tenemos muchas cosas para decir. Y en la banda hay un poeta, y yo también escribo fuera de la música en sí. Y nuestro baterista es artista plástico. Todos tenemos una veta, nos sale arte por todos lados.

Y es algo hermoso, y esto puede parecer feo que uno lo diga. Pero por suerte es lo que nos dicen los fans, tenemos esas devoluciones en el día a día, con gente que sube tus letras a Facebook, o en fotos de perfil. Y esas cosas te hacen darte cuenta de que elegiste el camino correcto. Yo quiero hacer esto por mil años, junto a todos mis amigos. Sé que voy a tener momentos hermosos, y otros más apocalípticos, como en todo grupo de amigos. Pero de todo salen cosas buenas, y siempre nos salieron cosas buenas de los momentos de choque, porque somos muy líricos, y de esa presión sale todo. Y esa confianza que hay que tener para decirse las cosas nosotros la tenemos, porque nos amamos y estamos todos mirando para el mismo lado. Y es duro, pero muy lindo. Y se volviera en otra vida, lo volvería a hacer exactamente igual.