El uruguayo Gonzalo Neira presenta “Cachafaz”, su primer disco solista

Conocí a Gonzalo Neira como guitarrista primero de Varsovia y luego de Lapso, dos bandas directamente asociadas a uno de los momentos más prolíficos del rock uruguayo, cuando a inicios del nuevo milenio la música nacional vivió una de sus principales renovaciones. Su proyecto solista me tomó por sorpresa – “Cachafaz” es un disco de corte instrumental, con el jazz como principal (mas no único) eje. Y tan placentero como escucharlo fue el intercambio que mantuve con Gonzalo por correo electrónico, y sus respuestas y reflexiones sobre cómo y por qué la música resuena y conecta con las personas.

Por lo general, los discos solistas de integrantes de bandas de rock son o muy cercanos al sonido que perfeccionaron con sus respectivas bandas, o algo radicalmente distinto. “Cachafaz” es evidentemente lo segundo; no solo está más cercano al jazz, sino que también marca tu debut como clarinetista. ¿Cómo es el camino que te condujo de Varsovia y Lapso a un álbum de estas características?

“Cachafaz” es el resultado de un problema que padezco y que he dado en llamar trastorno de múltiple personalidad musical.

Desde niño llevo una doble vida musical; por un lado soy un amante de las bandas de pop y rock de los 80s y 90s, pero por otro tengo un alter ego estudioso, tímido y reservado que recorrió un camino diferente.

Llamémoslos INDIVIDUO 1 e INDIVIDUO 2.

El INDIVIDUO 1 toca la guitarra eléctrica, que es su instrumento principal. Ese es el que vos conocés que tocó en Varsovia y recientemente el Lapso. Es extrovertido y le gusta la vibración que se siente al tocar arriba de un escenario.  

El INDIVIDUO 2 fue incentivado a estudiar otros instrumentos desde chico. A los 6 años tocaba flauta dulce, luego piano, solfeo y más recientemente clarinete. Tomó clases de armonía, contrapunto, lectoescritura, composición y orquestación. Es bastante tímido y disfruta de la música en soledad. El individuo2 es un nerd.

Dicho esto, no hay un “camino” o transición de los proyectos de pop-rock hacia este disco de jazz-fusión, sino más bien una presentación del individuo 2 en sociedad.  

Existe una creencia bastante generalizada entre muchos oyentes que a las canciones lo que las define es su melodía, y que la letra es algo secundario, que existe en función de la música. Ciertamente, el rock en sus orígenes tuvo una etapa gutural (“Tutti Frutti”, “Be-Bop-A-Lula”). Y son contadas las canciones cuya fama reside únicamente en la letra. “Blowin’ In The Wind”, “Sounds Of Silence”… esos son dos ejemplos obvios en inglés. Y en español, se me ocurre una canción como “Ojo Con Los Orozco” de León Gieco, pero eso es más por el artificio empleado que por la narrativa o la belleza poética misma del texto.

Ahora, es innegable que canciones como “My Heart Will Go On” nunca hubieran tenido la repercusión que tuvieron si la letra hubiera tratado sobre cualquier otra cosa.

Entonces, ¿en dónde te deja esto a vos y a tu propuesta de raíz instrumental?

Es bien interesante lo que planteás. El dilema de si es más importante la música o la letra creo que quedará sin resolver. Lo que sí puedo contarte es lo que a mí me pasó con la música vocal extensivo a las estructuras de la música pop en general.

Me aburrió un poco adivinar lo que iba a suceder en una canción. Te cuento con un ejemplo. A mí me gusta mucho The Smiths. He escuchado el tema “There is a Light That Never Goes Out” cientos de veces y lo considero una verdadera obra de arte de la lírica. Dicho esto, el hecho de saber de memoria su estructura, la letra, el color de la voz de Morrissey en esa grabación, los acordes que toca Johnny Marr y con qué grabó esa canción, hace que como hecho artístico esté un poco agotada (para mí) y lo único que me atraiga de escuchar esa canción hoy sea la nostalgia que me produce y la conexión de la canción con algún estado de ánimo que yo pueda tener hoy. Conozco la canción. Me encanta. No la puedo escuchar más. Se me gastó. Este fenómeno me ha pasado con otras: “One” de U2, “Like a Child Again” de The Mission, “Friday I’m In Love” de The Cure (todas obras inigualables).

Con la música instrumental y particularmente con el jazz eso no me pasa: no tenemos demasiadas instrucciones para escuchar, no hay tanta repetición estructural, no me están contando una historia, sino que están generando un lugar donde mis emociones pueden vivir. Me están invitando. A lo sumo el título de la canción en algunos casos da una pista de cuál fue la inspiración del compositor, pero esto rara vez sucede. De este modo, al escuchar una canción de música instrumental y particularmente de jazz, la canción y yo nos encontramos en un plano de comunión bastante más particular. Esto no es una explicación general sino que es lo que yo siento.

Aparte de esa característica sucede que en el jazz las reglas son mucho más flexibles. Hay otras licencias. Hay también más información armónica y melódica y eso hace que la experiencia, como músico que escucha sea más rica. Siento que la paleta del compositor de jazz tiene más colores que las del compositor de rock o pop. La riqueza armónica se acentúa por la rítmica: basta escuchar el clásico disco del Dave Brubeck Quartet “Time Out” para encontrar un ejemplo claro de rítmicas atípicas. El superclásico “Take Five” escrito por Desmond está en 5/4.

En definitiva me sedujo este nuevo lugar y me cansé un poco (solo un poco) de los lugares comunes del pop-rock.

Si vos y yo escuchamos a Pappo cantando “Nadie se atreva a tocar a mi vieja porque mi vieja es lo más grande que hay” seguramente ambos decodifiquemos mensajes similares.

Si vos y yo escuchamos la frase inicial de clarinete de “Rhapsody in Blue” de George Gershwin, yo decodificaré un mensaje y vos seguramente uno distinto. Eso hace para mí que la última composición sea más interesante que la primera, sin desmerecer.

Con respecto a la estructura, creo que la canción poprock agotó un poco las posibilidades de sorpresa. ¿Cuánto más podemos hacer con  Intro – verso – puente – estribillo? Las partes pueden estar buenas, pero las combinaciones estructurales están un poco agotadas, y el factor sorpresa es algo que yo valoro en la música. Celebro los intentos por salirse del esquema, como Morphine, Radiohead o los Black Eyed Peas.

Por último siento que la música de jazz está muy liberada de prejuicios en la actualidad y tiene un campo muy vasto para desarrollarse. Basta atender lo que está sucediendo con la constante evolución del latin jazz. El estilo está liberado de los clichés del rock y el pop. Se puede conversar con los músicos. Hay mucha humildad. No necesitan de la parafernalia del rock. Es otro idioma.

¿Qué influencias musicales recoge tu disco de manera consciente?

Pat Metheny y su “Pat Metheny Group” fundamentalmente, Lee RItenour, Tommy Emmanuel, Bill Frisell y varios guitarristas estadounidenses. Los clarinetistas Anat Cohen y Ken Peplowski son referentes míos de ese instrumento. Estoy a años luz de todos esos músicos, pero los escucho mucho y seguro que alguna cosa, sobretodo de los guitarristas, puede haberse filtrado hacia mi música. Ojalá. 

¿Y qué influencias percibiste al escucharlo una vez finalizado? ¿Fueron esos descubrimientos sorpresivos, alarmantes, o un verdadero motivo de alegría para vos?

Yo quería hacer un disco de jazz, pero vos que lo escuchaste sabés que no es un disco de jazz. Escuchando el trabajo terminado veo que el disco tiene bastante influencia de las cosas que me son más cercanas: la ciudad en la que vivo y su ritmo, mi familia,  mis vivencias.

Musicalmente hay una gran influencia de mi amigo y profesor Esteban Klísich y su música. El hombre es realmente un fuera de serie y me enseñó algo importantísimo: que está bueno que lo que soy, donde vivo y lo que vivo aparezca en mis canciones. Me enseñó el valor de la autenticidad. En este sentido incluí dos temas que son candombes y algún otro más regional incorporando ritmos latinos, en especial de Brasil y Cuba, incorporando un percusionista.

Hay gran influencia también de Agustín Ferreyra, productor y técnico de grabación y mezcla del disco. Tiene una capacidad de trabajo, buen gusto y adaptación al estilo realmente increíbles.   

¿Te has planteado incorporar voces en el futuro, o explorar otras vías musicales? Y te lo pregunto concretamente porque he visto que definís “Cachafaz” como “un experimento imposible de reproducir en vivo”.

No me he planteado incorporar voces. Me siento muy cómodo sin voces.  Estoy actualmente explorando y componiendo algunas obras para guitarra sola. Es un trabajo muy demandante ya que debo tocar armonía y melodía a la vez  (lo que se conoce en jazz como “chord melody”) pero de a poco voy aprendiendo y avanzando.

Lo de “imposible de tocar en vivo” es por tres razones:

La primera es porque muchas de las líneas de guitarra fueron escritas en partitura antes que tocadas y al escribir, uno puede escribir lo que quiera, pero cuando hay que ejecutar, hay límites. Lo cierto es que me quedaron algunos pasajes demasiado intrincados para lo que yo naturalmente puedo tocar. En el estudio se requirieron muchísimas tomas para que yo pudiera grabar esas partes.

La segunda es porque hay canciones en que yo toco más  de un instrumento (clarinete y guitarra o bajo y guitarra).

Y la tercera es porque no tengo la energía para reunir y coordinar a los catorce músicos que participaron en la grabación. En fin, sería precioso pero no me da para tanto. Sí tengo en mente reproducirlo en vivo un poco más acotado.

¿Qué composición del disco le recomendarías a alguien que nunca escuchó tu música? ¿Por qué?

Le recomendaría el tema que abre el disco y que se llama “Olivia”. Estoy muy orgulloso de esa composición. Es un tema que me resulta muy divertido escuchar, tiene cierto aire refrescante y pop, pero a la vez tiene una rítmica interesante (7/4) y un fraseo que captura la esencia de la persona en que el tema está inspirado.

¿Y (de existir una), cuál le recomendarías a alguien que te conoce por integrar las bandas de rock con las que has tocado?

Le mostraría “La esquina de los tontos”, que me parece el tema que más quiebra con lo de antes. Es un “choro” o “choriño” pero con una base de candombe compuesto para ser interpretado por cuatro instrumentos de viento: flauta, clarinete, oboe y fagot.  Me parece una buena carta de presentación del INDIVIDUO 2.

Hablemos de tus planes, lógicamente a largo plazo, por la situación actual que estamos atravesando. ¿Qué proyectás realizar tanto como solista como con Lapso?

Actualmente no formo parte de la banda Lapso. 

Como solista tengo varios proyectos. Estoy componiendo temas para guitarra solista instrumental con la idea de grabar un disco de esas características, estoy dando clases de guitarra, estoy estudiando producción con Agustín Ferreyra, tengo planes para armar una versión resumida de la banda que grabó “Cachafaz” y así poder tocarlo en vivo cuando se pueda, estoy escribiendo un libro de música para acompañar mi labor docente, estoy muy interesado en trabajar en producción musical para radio, TV y cine y tengo un proyecto de investigación de historia de la música popular infantil para niños en Uruguay que ojalá se concrete.

Como clarinetista planeo ingresar en la “Orquesta da Capo”, proyecto que se interrumpió por la pandemia.

Son muchos proyectos. Con que alguno suceda está bien.

¿Y alguna vez contemplaron la posibilidad de reunir Varsovia? Me parece que es una de las contadas bandas del periodo que nunca se volvió a juntar. Y hace unos días vi un video en Facebook en el cual Guzmán y vos muestran una canción en la que están trabajando juntos.

Hace unos meses hice un intento de reunirnos para tocar con Varsovia pero la mitad de los integrantes no tenía ganas, así que no sucederá. Con Guzmán, que es mi hermano, siempre hablamos de hacer una serie de canciones chicas entre nosotros dos. En eso estamos trabajando a la distancia. Sería bien interesante ver el resultado luego de los caminos que hemos recorrido solos.

www.gonzaloneira.com

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El Tiempo del Corazón: “El Príncipe” Gustavo Pena (1955 – 2004)

“El Príncipe” Gustavo Pena integra esa procesión de artistas nacionales cuyo destino se vio signado por una temprana muerte, y un posterior interés en su obra, desmedido en función al que conocieron en vida. Esto lo emparenta tanto con Eduardo Mateo y (en cierto modo) con Eduardo Darnachauns, y el deceso de Renzo Teflón (ex-Los Tontos) hace un mes ratifica lo agriamente certero de las palabras del “Corto” Buscaglia ante el fallecimiento de Mateo: “¡Qué sponsor la muerte!”.

En ésta semana (que marca exactamente 14 años del desaparecimiento físico del Príncipe) me parece importante revisitar su historia, máxime cuando lo que se rememora es un canto sostenido a la esperanza ante algunas de las manifestaciones más dolientes que puede asumir la realidad.  Continue reading

Melani Luraschi en el Ciclo “Canciones de Otoño”

Canciones De Otoño es un ciclo de cantautores uruguayos y latinoamericanos que ya alcanza su cuarta edición. En esta oportunidad, su apertura le corresponde a las artistas Melani Luraschi de Maldonado, y Cecilia Bernasconi de Buenos Aires. Ambas tienen la particularidad de estar presentando su segundo disco de estudio – “Lumbral” en el caso de Luraschi, y “Puentes En El Mar” de Bernasconi. Con ellas conversamos sobre el evento a realizarse el próximo viernes seis de abril a las 21:00 horas en la Sala Camacuá de Montevideo.

En esta primera parte, pueden leer la entrevista a Luraschi – cantautora fernandida que con 24 años de edad cuenta con un libro de poesía en su haber, un disco publicado independientemente, y una amplia experiencia presentándose no solo por Latinoamérica sino también por Europa.   

Tenés un disco editado en 2015 (“Canto Ancestral”), y otro titulado “Lumbral” que verá la luz este año. Y más allá de analizarlos objetivamente, lo que quiero preguntarte es en qué estado sentís que te encontrás como artista, porque eso es lo que vas a brindarle al público que asista este viernes a la Sala Camacuá.

Yo me siento en un momento en el cual estoy incorporando seguridad hacia mi proyecto, creo que la vida me ha llevado por diferentes caminos, y que esos caminos me han aportado seguridad. Creo que mi forma de ser como artista es muy genuina, y muy humilde en el sentido de ser leal a quien soy. Entonces, si bien no tengo un objetivo claro igual hay un objetivo – creo que todas las cosas que me han llegado y me han pasado han sido fruto de seguir el corazón, de seguir haciendo lo que amo, y de cultivar eso. Entonces, siento que lo hay es el fruto de seguir buscando, experimentando, concretando, materializando y dejándome ser. Continue reading

Proyecto Canibal Troilo (Neo-tango Uruguayo)

Proyecto Canibal Troilo (Ph: Carolina Sacco)

Proyecto Canibal Troilo (Ph: Carolina Sacco)

El tango, la electrónica y el rock conviven en el Proyecto Caníbal Troilo, un colectivo uruguayo formado por Hugo Rocca. Valiéndose de múltiples influencias y sonoridades, el músico, cantante y compositor ensambló esta original propuesta donde la música orillera busca adquirir una nueva dimensión.

Su álbum debut es “Montevideo Sala Vip”, un registro musical en CD y DVD con diez tangos y milongas editado por el sello Ayuí/Tacuabe. Continue reading

Los Oxford (Uruguayan Independent Artist)

Los Oxford

A band whose members have really interesting musical backgrounds, Los Oxford grouped together in 2003. I became aware of their existence a long time ago, as one of their members got in touch with me and requested a review when I wrote about another Uruguayan band, Soundays.  And I have always meant to write about them.
And now, the moment has come like sudden rain. Some things are just meant to be…
I have always meant to marry Colbie Caillat, for example. But that’s yet to materialize.
I mean, I know it’s within my reach. It’s meant to be. Just the other day I came across this pearl of wisdom on Facebook, and it renewed all these hopes which were starting to falter:

imposssible

And if you need any more proof… Elvis Costello married Diana Krall!!! What else is there to say? C’mon!

Elvis Costello Diana Krall

OK, that’s the inanity out of the way for today…

The story of Los Oxfords goes a bit like this:

The band was started in 2003, in Montevideo (Uruguay). Continue reading

Gonzalo Bouzout Issues “El Camino Bajo”, His First Solo Album

gonzalo bouzout el camino bajo

With the release of “El Camino Bajo”, Gonzalo Bouzout (the former singer for Lapso, and a current member of Pilotos En Caos) launches his solo career in earnest.

The 10-track album can be downloaded for free on his website, and (in general) it’s a more acoustic-derived work than his previous output. Though Gonzalo is joined by a three-piece band, the focus never strays too far away from his singing and playing, and the overall mood is a gentle one from top to bottom.

In all honesty (and leaving aside the fact I’ve always held his music in high esteem) I think this is going to be one of the standout Uruguayan albums of 2013.

A full review of “El Camino Bajo” is forthcoming. I encourage you to get the album now, and see how much it resonates with you.

And this is the video for the song “Puerta Al Sur” [Gateway To The South]. It’s not my favorite track on the album by any stretch, but (when you add a visual dimension to it) the song acquits itself much better:

Gonzalo Bouzout – Puerta al sur from Gonzalo Bouzout on Vimeo.

¿Sueñan Los Lobos con Ovejas Lunares? (Lobo Está) – Uruguayan Independent Artist

Lobo esta disco descargar

(English version of an article first published on Cooltivarte.com)

It is a strange dusk. There are flowers from other springs, there is a world that spins around but a heaven that stands still, as if it no longer had a reason to exist, but which stands there for lack of a better frontier to aim for.

And it is a strange dusk simply because all which is connected with the end of feelings is strange. And you know the night will have a bosom that will expand like a century of memories, way beyond hope, deception, and each and every glimpse of mercy there could ever be. And way, way beyond that yesterday in which everybody dares to say “tomorrow”.

Such is the context of the album under review right now: “¿Sueñan los Lobos con Ovejas Lunares?” [Do Wolves Dream of Lunar Sheep?] by ¿Lobo Está?, the solo project of Gonzalo Saavedra, a musician from the City of San José who was a member of the now-defunct band Pueblo Viejo [Old Town]. The album (get it here for free) has been helmed by producer (and frequent instrumentalist) El Niño Que Toca Fuerte [The Child Who Makes A Racket], and it features Emiliano Pérez Saavedra on drums and Juan Chilndrón on bass. And Matías Gonzáles (from Vincent Vega) has a guest spot on the song “Viento” [Wind].

lobo esta gonzalo

All of the songs included on the album come together and then come undone throughout that strange dusk. They are there  at that time in which lots of things end, and many others have a chance to truly begin. Gonzalo himself says as much as “Entrego Mi Cuerpo Al Viento” [I Yield My Body To The Wind] starts playing:

Todo lo que fuimos no será nada
Comparado con lo que seremos

[All we have been will be nothing
Compared to what we will become]

When the CD begins spinning, the tone is more or less conciliatory. But the message mutates very swiftly indeed, as if all these things that have already come and gone became a clamp of angst, a hindrance to all these things the future could hold. Darkened rooms are opened, and truths are revealed. There are words which become unpronounceable, and reasons no logic could abolish.

“Entrego Mi Alma Al Viento” is surrounded by songs such as “El Túnel” [The Tunnel], “Mañana” [Tomorrrow] and “Invierno” [Winter]. In all cases, these songs partake of the insecurity that characterizes every ending, and reality is transformed in a way that creates either a pact of silence, or the longing for a vicarious exaction.

On “El Túnel”, a fear which is strafed both by ineptitude and by guilt grabs hold of the soul and refuses to ever let it go. To think about time all the time (“Mañana”) is the most untimely of duties. And doubts can vilify even the freest lives in a song such as “Invierno”, and the enumeration of a past which wasn’t that wearisome to begin with ends up sounding like a joke that nobody has even told Continue reading

Josefina Martino (Uruguayan Artist)

(English translation of an article originally posted on Cooltivarte.com)

Josefina Martino is a young singer/songwriter. She has studied guitar, singing and piano, and when she was 17 she fronted her first band, Mama’s Sound. With Mama’s Sound, she played a blend of rock and blues. She went solo in 2009, and by now she has played the wide and length of the Eastern coast of the country, and also many restaurants and venues in Montevideo.

In 2010, she traveled to Spain. She worked as a pianist and solo singer at the restaurant Café Casino in Santiago de Compostela, where she played some of her first compositions.

Back in Uruguay, Josefina became the pianist and singer of the restaurant “Rara Avis” (Centro cultural Teatro Solís). And now, she’s about to issue her first album, “Tiempos Libres” [Spare Times]. The album includes ten original compositions, and a Rolling Stones’ cover. It was recorded with Nacho Mateu as arranger and artistic producer, Federico Navarro on guitar, Gerónimo De León on drums, Herman Klang on keybards, Nicolás Arnicho on percussion and Camila Ferrari on backing vocals.

This album is characterized by a combination of pop and rock, and also of styles such as country and ballads. This clearly reflects Josefina’s musical journey, and all the styles she’s gone through in order to arrive at her very own.


(To read this interview in Spanish, click here)

Q: What can you tell us about your upcoming album? When will you present it to the public, and where?

A: My first album (“Tiempos Libres”) is the fruit of a collaboration I started with Nacho Mateu in 2010. It includes 10 original compositions (which have been arranged by Nacho Mateu), and a Rolling Stones’ cover. In all likelihood, the album will be presented to the public on the 8th and 9th of November, in Lindolfo.

Q: What are your expectations?

A: I hope my work can be spread as much as possible. I’d like to reach people with my songs. As with any other first album, the idea is to begin gaining visibility, and to elicit a response.

Q: Which song should we necessarily listen to, and why?

A: Well, it isn’t easy to pick just a single song. I obviously like some of them more than others, but I feel a special affection for each and every one of them. If I had to choose, then I’d go for “Flores” [Flowers] and “Correr” [Run], these are two songs that come to define the album, and they’re both very different. The former is a pop song with a little bit of country, and the latter is a ballad that’s rooted on milonga.

Q: How old were you when you began writing songs?

A: I became interested in music when I was 15. It was then that I started to learn guitar. At that time, I wrote the kind of song you write when you’re 15, and I sang them whenever I could. A couple of years later (and after having matured) I felt like writing songs again. I was about 20 then, I had a more defined personality. And I had a clearer set of goals. I wrote the first songs that would lead me to this album back there and then. Continue reading

Los Pazientes (Uruguayan Unsigned Artist)

Los Pazientes are Marcel Studebaker (drums, percussion, backing vocals), Diego Carusso (guitars, backing vocals), Uvit Cropa (bass, loops, samplers), Juan Zoop (vocals) and Ramón Guayomin (guitars, backing vocals).

Los Pazientes are Marcel Studebaker (drums, percussion, backing vocals), Diego Carusso (guitars, backing vocals), Uvit Cropa (bass, loops, samplers), Juan Zoop (vocals) and Ramón Guayomin (guitars, backing vocals).

To many, the end of the ‘60s was the true culmination of an era. But to others, it was just the beginning of a fight that rages to this day. The former look at Woodstock and recall Pete Townshend’s immortal words about the event, “what they [hippies] thought was a new reality was actually a field full of people covered in mud and sheep shit… if that’s the new world they want to live in, then fuck the lot of them”. The latter regard Woodstock as the triumphant day of activism bar none, as the event that could congregate people from different corners of America who where there to incarnate a message of relentless change and renewal.

Each person is free to have his own interpretation of what happened that day, and the true significance it had. Personally, when I look at the events that took place right after Woodstock (including Altamont, the Manson murders and the seismic punk revolution at the tail end of the ‘70s) I am inclined to look at explicit calls to action with eyes that are not so eager. Someone once said that the only answers that have any value in life are the ones we arrive at ourselves. I think the same applies to any philosophy, or course of action. The ones that can take us to a positive conclusion are the ones we elaborate ourselves. And I don’t know if you remember the song “Follow The Cops Back Home” by Placebo, but I hope you do because it has a phrase that summarizes what I wrote above, and that lets me introduce you to the Uruguayan unsigned artist I want to cover today.

During its flourish, “Follow The Cops Back Home” has a verse that goes:

The call to arms was never true
I’m medicated, how are you?

That verse cannoned into my head when I discovered the music of Los Pazientes [The Patients]. There was something incredibly accurate about those words, and how they connected the band’s moniker with its intent of purpose.

To quote Los Pazientes [English text below]:

“Los Pazientes fueron concebidos principalmente como respuesta a la necesidad de generar un espacio de distribución y exhibición de un mensaje propio, que se compromete con la búsqueda de buenos espíritus, la lucha de algunos pueblos y de la guerra en contra del amor. A través de la música, (muchas veces el rocanrol) Los Pazientes, proponen incentivar y proteger en cualquier circunstancia ese mensaje, mediante la colaboración, organización y cooperación de diferentes artistas.”

[The Patients were primarily conceived as an answer to the need for a space in which to distribute and spotlight a message of its own, pledged to find good spirits, the fight of some nations and the war against love. Through music (often rock ‘n’ roll) The Patients aim to encourage and protect this message at all times, by making the collaboration and cooperation among different artists possible.]

There you go. As far as calls for action go, this is imbued by as much directness as temperance. It is something very representative of what the band is about, both musically and lyrically. There are echoes of liberation throughout its music (such as in the song “Rojo Y Negro” [Red and Black]), but what I read in the vast majority of cases is a call for individual action, with full awareness of the consequences that one’s decisions will have on a larger scale. It is the kind of subtle difference that has a substantial weight in the end. It is the one lesson that I feel we should learn from the idealism that music knew in the ‘60s, and the violent ramifications that such an idealism gave way to as the ‘70s became more and more divided, and some flags were waved and others burned indistinctly.

And in the end, the conquest of love is the biggest concern in these stories of arsonists in basements that realize they have new things to say and new horizons to strike for, of characters who tell storms about their own inner storms, as drums catch fire and music that lasts longer than one’s own blindness and limitations fills the surges of the air.

“Quiero escuchar el último latido en el hondo amanecer sin vos” [“I want to listen to the final heartbeat in the deep dawn without you”]. These lines close “El InZenDiario” [The Arsonist]. It is up to the listener to imagine how the day following that dawn will shape itself. Whether things will be ideal or real. Whether there is time enough to change oneself and his own preconceptions when it comes to what he wants to do and how that relates to what ought to be responsibly done.

So… I’m medicated, how are you?

I guess it doesn’t matter.

We’ll take a dive, swim right through.

There’s no stopping until the other side has been reached.

This is the band’s MySpace profile.

Despertando Del Silencio (El Umbral) – Uruguayan Independent Artist

The First Lineup Of El Umbral: Juan Loskin, Alejandro Nuñez & Javier Pedrazzi.

The First Lineup Of El Umbral: Juan Loskin, Alejandro Nuñez & Javier Pedrazzi.

Elvis Costello was right.

From the other end of the telescope, things can be seen.

Every Uruguayan echo boomer grew up watching bands on his flat top that he was resigned never to feel in the flesh. REM, U2, Nirvana, Guns ‘n’ Roses… he always knew such bands were hardly going to set foot in his home soil. If he had the money and the wayfaring spirit (not to mention parents that were either the pinnacle of coolness, or that just didn’t give a shit) he knew he could cross the River Plate and go to Buenos Aires to catch up with any of those bands as they toured South America. And no, nobody could have imagined back then that one day an overweight Axl Rose with a small army of guitarists in tow to replace Slash would play the Estadio Centenario. Neither could anybody have imagined that they would play the theme from the Pink Panther during an intermission as the ultimate sign of respect to the enraptured audience that attended the show.

Well, that was the way things were back then. And if it sounds like a bummer, it is because it was a bummer. Yet, the silver lining was there. And it was a particularly shimmery one.

In the same way that the best orators are always the best listeners, those who spend their lives contemplating are the ones who can take action more purposefully. And if there was something we were known to do back then, it was to wear one album after the other of all those bands that for us existed only in MTV. Assimilating the notes and inhaling the sounds as only those who know they will never watch their heroes live could ever hope to do.

Many of the Uruguayan bands that in a good and in a bad sense defined the musical identity of the country came together back then, and they are still around. Both La Vela Puerca and No Te Va Gustar, for example, became active performing units as the ‘90s were gathering pace.

And as always, the story of those bands that could never achieve mainstream success is every bit as interesting as the story of those who did manage to take all the commercial barriers down.

The story of El Umbral [The Threshold] certainly is. And the fact the band is still around (and about to issue its fourth album) just gives everything that vital throb of significance that always wins people over.

"Despertando Del Silencio" Was El Umbral's Debut Album

"Despertando Del Silencio" Was El Umbral's Debut Album

El Umbral officially came together in 1999, but the true inception of the band went way back to 1996, when three friends named Juan Loskin (bass), Pablo Riera (drums) and Alejandro Nuñez (guitar) would get together and play songs by Nirvana and Uruguayan linchpins such as Los Estómagos [The Stomachs]. That lineup didn’t last long, and the drummer was soon replaced by Javier Pedrazzi. At around that time, it was decided that Alejandro was also going to assume vocal duties, and the trio settled on the name El Umbral. The year was 1999. And two years later, the band finally managed to issue its debut album. It was titled “Despertando Del Silencio” [Awakening From The Silence]. Somehow, that name said all there was to be said. And what the name did not say, the music itself made clear. Continue reading